La Asociación por la Paz y los Derechos Humanos Taula per Mèxic, organización de la sociedad civil con sede en Barcelona, que trabaja por tejer vínculos de encuentro solidario entre la Unión Europea y México, expresa su más enérgica condena por el cobarde asesinato del sacerdote indígena tsotsil, Padre Marcelo Pérez Pérez, defensor de derechos humanos e incansable constructor de paz, párroco de la Iglesia de Guadalupe, en San Cristóbal de Las Casas, Chiapas, México.
En la Taula per Mèxic, hemos tenido la fortuna de atestiguar durante años el trabajo de promoción y defensa de derechos humanos del padre Marcelo, así como de aprender de su compromiso acompañando a las comunidades indígenas de Chiapas, defendiendo la dignidad, los derechos de los pueblos y la construcción de paz con verdad y justicia.
Su nombre era –y seguirá siendo– símbolo de esperanza para quienes se comprometen con las personas desplazadas de la Historia construyendo alternativas de futuro.
Nuestro trabajo de acompañamiento nos llevó a denunciar en julio del 2022, junto con muchas otras organizaciones mexicanas e internacionales, la criminalización, el riesgo a la vida y a la integridad que sufría el Padre Marcelo. Entonces, señalamos que si bien el defensor contaba con las medidas cautelares No. 506-14 otorgadas por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos dentro de la Resolución 30/2015, donde ordenaba al Estado Mexicano que adoptara las medidas adecuadas para garantizar su actividad de defensa en un entorno seguro, así como para garantizar su vida, integridad y seguridad; parecía que las acciones tomadas por las autoridades del Estado mexicano resultaban insuficientes.
Lamentablemente, este crimen deja patente el grave contexto de violencia generalizada que sufre la población del estado de Chiapas, evidencia especialmente lo que enfrenta las personas defensoras de derechos humanos, y visibiliza al tiempo que los mecanismos para su protección en México son insuficientes.
Con la presente, nos solidarizamos con todos los pueblos y comunidades de Chiapas a las que hoy han arrebatado a un referente de paz, defensor de lo común y la vida digna; nos unimos a sus exigencias de justicia, a que las autoridades realicen una investigación exhaustiva, identifiquen y castiguen a los responsables, e implementen medidas efectivas para garantizar la seguridad de todas las personas defensoras de derechos humanos del estado.
Al mismo tiempo, reiteramos nuestra más profunda preocupación por el desarrollo de la violencia en Chiapas que evidencian los testimonios de reclutamiento forzado, desplazamiento forzado, desapariciones forzadas, torturas, tratos crueles, masacres, violencia feminicida, secuestros, extorsión, amenazas y saqueo, a los que tenemos acceso; y hacemos un llamado a todas las autoridades, de México y la Unión Europea, a que mantengan su compromiso con la paz, la justicia, la restauración del tejido social, la protección a la vida y la verdad en Chiapas; a que atiendan las demandas de paz de los pueblos y comunidades que desde hace años luchan por su derecho a la autonomía y autodeterminación, a que escuchen y den respuesta a sus necesidades.
Finalmente, a toda la comunidad de la Diócesis de San Cristóbal de las Casas, las comunidades afectadas y a la familia del Padre Marcelo Pérez Pérez, queremos expresarles que nuestro corazón también se pone triste con el suyo, y que es un honor poder caminar a su lado mientras esperan contra toda esperanza.
Que la paz, la justicia y la dignidad, por las que trabajó hasta la muerte el padre Marcelo lluevan muy pronto, y lo hagan en abundancia.