El pasado 17 de enero el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, anunció el mayor movimiento de cargos diplomáticos de su mandato. Entre las nuevas designaciones de cónsules y embajadores hay personas que forman parte del Servicio Exterior de Carrera y otras que han sido nombradas por razones políticas. Entre ellas destaca el caso de la nueva Cónsul General en Barcelona, Claudia Artemisa Pavlovich Arellano, quien fue gobernadora de Sonora (2015-2021) por el Partido Revolucionario Institucional (PRI). Pavlovich carece de experiencia diplomática y, por el contrario, cuenta un pasado plagado de polémicas y acusaciones de corrupción.
Una de las cuestiones más controvertidas de la carrera de Pavlovich es el silenciamiento respecto a la muerte de 49 niños y niñas y 106 más que resultaron heridos en el inciendio en la Guardería ABC en 2009. En aquel entonces, Pavlovich era diputada local en Hermosillo (Sonora). No sólo jamás se llegó a reunir con las familias de las víctimas, sino que además, cuando llegó al gobierno del Estado, decretó que el secreto sobre el caso se alargaría hasta 2026. Es decir, hasta pasados 15 años, nadie podrá saber qué pasó en esa guardería ni qué contenían los atestados policiales porque “esa información podría poner en riesgo la vida, la seguridad o la salud de los implicados”, según relató el gobierno.
Así mismo, también estaría presuntamente implicada en la Operación Safiro,una trama de desvío de 650 millones de pesos (más de 28 millones de euros) de fondos públicos para financiar campañas electorales del PRI. El estado de Sonora, bajo mandato de Pavlovich, habría sido uno de los que más fondos desvió: 140 millones de pesos (6 millones de euros).
La tarea de Pavlovich también ha sido reprobada por el colectivo campesino, por represión y por el despojo de tierras comunales para favorecer a la minería. De hecho, poco antes de llegar al poder se produjo el desastre ambiental minero más grande de la historia de México: 40 millones de litros de desechos tóxicos fueron derramados sobre ríos de Sonora. Durante los tres años siguientes, la administración de Pavlovich negó sistemáticamente la contaminación y hasta 2018 no fueron entregadas las compensaciones a los ganaderos y comunidades afectadas.
Durante su mandato, la violencia en el estado de Sonora aumentó en un 36.38%, según cifras del Sistema Nacional de Seguridad Pública, siendo especialmente virulenta contra las mujeres. Por ello, en 2019 diversas organizaciones feministas solicitaron al gobierno que se decretara la Alerta de Violencia de Género contra las Mujeres de Sonora, alerta que no se decretó hasta 2021, estando Pavlovich ya de salida de su mandato. En este lapso de tiempo fueron asesinadas 230 mujeres, siendo que durante su periodo al frente del poder llegaron a desaparecer más de 2.700 mujeres.
Barcelona no es un premio
Debido a todos estos antecedentes, consideramos más que justificado que la señora Claudia Pavlovich no debería ser la representante de México en el Consulado de Barcelona, que tiene competencias sobre Catalunya, Valencia, Aragón, Murcia y Baleares, regiones donde habitan, en conjunto, más de 12.000 personas originarias de México. Es una falta de respeto a todas ellas que el presidente mexicano haya escogido a una persona con tantas manchas en su trayectoria (y sin experiencia diplomática) para representarlas. El nombramiento de Pavlovich, como el de otros cónsules y embajadores, no se entiende sin atender a razones políticas y partidistas.
Esta dinámica ya es histórica y en Barcelona llegó a su punto álgido con la designación de Fidel Herrera Beltrán como cónsul (2015-2017). Quien fue gobernador de Veracruz, fue nombrado representante mexicano en la capital catalana por el expresidente Enrique Peña Nieto, movimiento que despertó recelos entre la ciudadanía y entre el mismo Ayuntamiento, que envió una carta al Ministerio de Asuntos Exteriores español cuestionando la decisión. Y es que sobre Herrera pesaban acusaciones de ser un agente importante en las redes de crimen organizado en México, hasta el punto de que se le llegó a denominar el Zeta Zero (en referencia al cartel de Los Zetas).
El nombramiento de Fidel Herrera puso la primera piedra para la degradación del consulado en Barcelona, puesto que el entonces presidente rebajó la categoría de Barcelona de Consulado General a Consulado de Carrera. Esto significa que, siendo así, el Senado no tiene que ratificar los nombramientos, hecho que da vía libre a la entrada de personajes polémicos como Herrera o Pavlovich. Por todo ello, demandamos que se revoque el nombramiento de la señora Claudia Pavlovich como cónsul de Barcelona y se vuelva a considerar el Consulado de Barcelona como Consulado General, para tener más control sobre sus nombramientos.
Entidades que dan apoyo a la petición
Assemblea de Solidaritat amb Mèxic del País Valencià
Associació Solidària Cafè Rebeldia – Infospai
Bruixes de Salt
Buscando Desaparecidos en México (Búscame)
Centro de Documentación sobre Zapatismo (CEDOZ)
Entrepobles
Furia Mexicana
Observatorio de Multinacionales en America Latina (OMAL)
Perifèries del Món
Red de Mujeres Trans
Lumaltik Herriak